Bienvenidos una vez más a Solo hay Almas. La finalidad de este blog no es otra que aportar mi granito de arena en este fascinante mundo, la atracción por el misterio y los fenómenos paranormales. ¿ Qué distingue a quienes creemos en fenómenos paranormales? Una pregunta nada fácil de contestar… Y sin más dilación ¡Empezamos! La totalidad de la Ciencia Oculta tiene su origen en dos pensamientos:
1.- Detrás del mundo visible existe otro, el mundo invisible, que permanece oculto para los sentidos físicos.
2.- Existe la posibilidad para el hombre de penetrar en ese mundo invisible, si despierta ciertas facultades que normalmente se hallan adormecidas en su propio interior.
El ocultista es el que está convencido por el continuo estudio del mundo visible, de que este implica muchos enigmas que no pueden resolverse por los hechos mismos y que su solución jamás se encontrará en esa forma, por más profundo que sea nuestro conocimiento de los hechos.
“ Los hechos visibles demuestran, por su propia naturaleza, la existencia de un mundo oculto” Rudolf Steiner. Comenzamos el tema de hoy con una cita de Steiner, el creador de la Antroposofía cuando se escindió de la Sociedad Teosófica, porque ilustra la intención buscada en las próximas líneas. Es preciso llegar a comprender y asimilar la noción de que existe un mundo invisible para llegar a comprender las leyes de la ciencia oculta. De hecho, tan solo remitiéndonos a nuestro mundo cotidiano, ya podemos observar numerosas pruebas de la existencia de tales fuerzas invisibles a nuestro alrededor. Sabemos, porque así lo han demostrado los análisis científicos que nuestras percepciones de color y sonido, entre otras, se producen gracias a una serie de ondas, lumínicas o sonoras, que se transmiten en forma de vibraciones y que penetran a través de nuestros órganos sensoriales los cuales se encargan de transmitir por medio de su complicado mecanismo interno la información recibida al cerebro. Es el cerebro quien recibe la información recibida en forma vibratoria y quien “traduce” la información, transformándola en color o sonido. Así pues, es precisamente en el cerebro donde se realiza la función de la vista y el oído.
Nos damos entonces cuenta de que a nuestro alrededor se mueve todo un mundo de ondas y vibraciones imperceptibles que contienen toda clase de informaciones de color y sonido que solo captamos cuando son recibidas por nuestros órganos sensoriales. Nos hallamos inmersos en ese océano de vibración y es nuestra decodificación de la información en él contenida lo que permite nuestra percepción del entorno. Quizá os resulte un poco aburrida esta introducción, pero intento ser rigurosa y analítica para facilitar la comprensión de hechos que suceden a nuestro alrededor y no prestamos la atención adecuada. Empezaré con una experiencia simple…
Es más que probable que en alguna ocasión, andando por la calle, esperando el autobús o en cualquier situación similar dentro de nuestra vida cotidiana, hayas sentido de pronto la sensación de que alguien te estaba mirando y, al volverte discretamente en la dirección de la que procedía esa sensación, hayas descubierto la presencia de alguien que, en efecto, se hallaba observándote fijamente, justamente desde el punto del que tu sentiste venir la sensación. En otras palabras, “sentiste” esa mirada como si se tratara de un auténtico contacto. Puedes realizar a modo de experimento al revés, mirando a alguna persona de la calle, o en cualquier otro lugar, y comprobarás en muchos casos que, al cabo de un corto lapso de tiempo esa persona comienza a mirar hacia los lados o hacia cualquier superficie reflectante ( escaparates, etc) que tenga cerca, o bien se vuelve directamente hacia ti, con un rápido movimiento de cabeza, para proseguir de inmediato su camino. ¿ Qué clase de fuerza ha permitido en ambos casos al observado sentir la presencia del observador?
Tal vez te hallas en otra circunstancia similar cuando mentalmente estés repitiendo cierta canción o musiquilla que te resulta especialmente agradable. De pronto, para tu sorpresa, la persona que se encuentra a tu lado comienza a tararear la misma melodía y ninguna circunstancia justifica, después de meditarlo, tal casualidad. ¿ Casualidad? O ¿Realmente existe un canal invisible que transporta hacia una mente las notas de una melodía elaborada por otra próxima, de tal modo que aviva recuerdos de la misma?
Una ciencia, la parapsicología, ha conseguido demostrar la existencia de una transmisión entre dos mentes que intercambian entre ellas sensaciones, ideas…Tal transmisión recibió la denominación de telepatía, palabra derivada de “tele”- a distancia- y “patía” – sensación- lo que viene a significar originalmente la idea de sensación transmitida a distancia para optar finalmente al sentido que se le da hoy en día de transmisión de ideas entre mentes sin la ayuda de medios exteriores.
La transmisión telepática ha sido estudiada en numerosas ocasiones por los parapsicólogos. Tras el estudio de casos altamente sorprendentes, parece ser que estas transmisiones resultan especialmente sugestivas en personas que muestran una afinidad, sea emocional o consanguínea. Esta afinidad y el éxito de este tipo es transmisión suele encontrarse aún más en los casos de gemelos univitelinos.
¿ Existen realmente un intercambio invisible de energía, de fuerzas o de pensamientos entre las mentes?
La telepatía nos acerca un poco más a la idea de que existe todo un mundo de energía invisible rodeándonos. ¿ Eres consciente de ello? Otra experiencia que posiblemente hayas experimentado en alguna ocasión ¿ Nunca te ha sucedido que, al entrar en una casa desconocida, te sobrevenga de pronto una sensación desagradable, de rechazo, malestar, de tensión inexplicable a pesar del aspecto agradable, ordenado y limpio que la casa presenta? ¿ No has experimentado jamás la sensación inversa y te has encontrado especialmente cómodo y a gusto en otro lugar que no habías visto jamás y que no difiere en su aspecto exterior de otros lugares que ya habías visto anteriormente y te resultaron indiferentes?
¿ No has experimentado la sensación de llegar a tu casa y cuando has abierto la puerta antes de haber visto a nadie y sin que nada haya cambiado en aspecto al de otras ocasiones puedes “sentir” que hay un ambiente alegre en ella, o por el contrario, “percibes” una inexplicable hostilidad en el ambiente que denuncia un estado de humor poco favorable en tus familiares? ¿ No te has sorprendido interiormente al comprobar lo exacto de tus “ presentimientos”?
Nuestros estados emocionales, los hechos trágicos, las situaciones de armonía o preferentemente las de hostilidad acentuadas o continuadas pueden – y de hecho lo hacen – impregnar un lugar, una estancia, un objeto… y dejarlos cargados con una energía vibratoria que guarda la información de tal circunstancia. Al entrar en contacto con el mencionado objeto o lugar, nuestra mayor o menor sensibilidad nos pone en contacto con esas vibraciones, alterando nuestras emociones en función de las que nos sugieren las sensaciones que tales vibraciones nos producen.
Este es el principio que posibilita los experimentos de Psicometría, Pero ese será un nuevo tema interesante para otro post.
La intención de esta entrada seguro que os habrá hecho pensar y descubrir que el mundo invisible esta más cerca de lo que imagináis. No es el privilegio de unos pocos, todos estamos conectados de una u otra forma, simplemente debes ver las señales que siempre están a nuestro alrededor. Espero vuestros comentarios, y si os ha resultado interesante no olvidéis ¡Compartir!
¡ Un gran saludo a todas las almas visitantes!
Muy interesante
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